Pero qué hago yo aquí

26.12.05

servidor se hace lesbiana

Si me permitís utilizar el verbo hacer(se) con tamaño complemento, pues lo utilizo: me hago lesbiana.
Pues sí, joder, sí. De acuerdo, soy un poco novato en esto, llevo poco tiempo y quizás mi blog no sea el paradigma de lo interesante, pero es que estoy caaaaaaaansado de buscar y buscar y buscar blogs que estén escritos por tíos gays interesantes y no encontrarlos. De momento el único que me ha hecho soltar varias carcajadas ha sido marsonico.
Y yo soy de los que les gusta pensar que en esta nuestra acera estamos todos mezclados, PERO NO, las que realmente están en la acera y saben andar por ella son las lesbianas, los gays nos hemos quedado en el carril bus y no podemos subir el escalón porque tenemos demasiado dolor de huevos. Recuerdo un día que encontré un blog (ya no recuerdo ni dónde estaba ni su nombre) escrito por un chaval jovencillo y gracioso que narraba sus aventuras (más bien desventuras) sexuales y dejaba entrever que tenía unas ganas locas de enamorarse, y a pesar de que él me parecía que estaba un poco perdido (dentro de su propia vida), me gustó leerle y me decidí a dejarle un saludo en forma de comentario (y me da vergüenza dejar comentarios, ojo). Pues bien, craso error. Cuál fue mi sorpresa (o no) cuando leí el resto de comentarios y comprobé que la gran mayoría era de tíos que le invitaban a follar de esa forma única y soez que sólo sabemos emplear los gays.
Pero nenes, ¡¿qué lechugas os pasa?! Ellas son incisivas, sarcásticas, irónicas, mordaces y muchos más adjetivos que están alojados en un hemisferio del cerebro que nosotros parecemos ignorar. Saben reirse de ellas mismas, saben hacerlo con inteligencia y si están enamoradas escriben unos posts que yo a veces me tengo que pasar la plancha por el brazo para que los pelos vuelvan a su sitio. Podría citar a muchas, pero sólo con Reckoning (pequeña Julay personal), NiKiTa, clubfans o La Ricci ya doy una buena muestra de a lo que me refiero.
Y si por casualidad me equivocara, quiero ejemplos. Ojalá me equivocara. Voy a ver qué le pasa a Suomi que cada vez que se queda durmiendo esta noche se le queda la lengua un poco fuera. ¿Me estará sacando burla?
pd: siento el ejemplo de la acera, a mí tampoco me convence pero es lo más gráfico que he podido encontrar :/

22.12.05

disculpas, encuentros, traducciones, sueño.

Vaya, no he podido escribir en muchos días. Y ya tenía ganas. Julay, perdón por no actualizar, pero mira, si esto tenía que pasar para que me escribieras un comentario tan bonito, pues no me arrepiento de no haber escrito. :P
He conocido a un chico. El primer día que quedamos lo hicimos en el centro de Plaza Catalunya (para quien no lo sepa, es ENORME), y los dos teníamos que llevar algo rosa porque habíamos declarado ese encuentro como Freaky. Como yo todo lo hago a lo grande, no tuve mejor idea que llevarme una macrobufanda de I. que llevaba todo el espectro de colores fucsias que existe en la naturaleza (y fuera de ella). Panini (es que es italiano) llevaba una gorra con un trozo minúsculo de rejilla de color rosa pálido que encima se mezclaba con su pelo negro, así que ni qué decir tiene que aquello estaba un poco descompensado... Y entonces nos fuimos al Raval pero todo estaba cerrado, comimos (comió) algo y tomamos (tomó) una caña. Y acabamos hablando de lo mucho que nos apetecía dormir juntos como si de comprar lechuga en el caprabo se tratara. No es el Mago, ni mucho menos, pero sabe dormir muy bien.
Sé que dicho así suena raro, pero tiene una explicación. Uno de mis muchos Mecanismos Absurdos de Detección del Mago (un M.A.D.E.M. que llamo yo, que queda como más cool) consiste en evaluar a los tíos por cómo duermen con otra persona. Las variables que influyen son varias, pero a) la conversación, b) la manera de tocar y c) tamaño, forma y belleza de los pies (si es que algún pie puede ser bello) son las variables más a tener en cuenta. Claro, si ronca me toca los cojones, pero algo tan fútil no debe influir en una cosa tan importante. Y bueno, digamos que Panini no dormía nada mal. OJO, esto no es ningún manifiesto eufemístico sobre la forma de follar de alguien; si hablo de dormir, es dormir.
Joder, es que es tan bonito dormir con alguien por quien sientes cierto cariño, que el día que duerma con el Mago me parece que tendré la botella de oxígeno pegada a la cama por si fenezco del gusto. Aunque... Jag Hatar Fötterna! No me preguntéis por qué, pero hoy he aprendido a decir "Odio los pies" en sueco. (!) Estoy seguro de que el Mago tendrá los pies muy bonitos.
La verdad es que prefiero no contar nada de mis prácticas... entro allí y mi persona se vuelve tan cutre que hasta me hago risa yo mismo. El otro día tuve que calentar mi comida poniéndola encima de un radiador porque nadie me había explicado que cuando decían "comer aquí" se referían al bar de la esquina, y no a que traían la comida y con un microondas se la calentaban (eso es lo que pensó mi torpe mente infantil). Lo que peor llevo es lo de mis músculos faciales. Creo que la conexión entre mi cerebro y mi cara funciona realmente mal, porque no controlo mis expresiones. A veces alguien me saluda con su mejor sonrisa y mi boca simplemente no reacciona, se queda seria y apretada, como suele estar, y entonces la sonrisa que me dirijen se convierte en rictus de "qué desagradable", ¡pero yo por dentro le estoy preguntando hasta cómo va el by-pass que le pusieron a su madre! Aunque es más cutre cuando alguien me mira con cara de "apártate bicho inmundo", y de repente las comisuras de mis labios empiezan a separarse la una de la otra como si de imanes del mismo signo se tratara, mientras yo miro con ojos de horror, y acabo dedicándole la mejor de mis sonrisas (con ojos de horror), sin saber muy bien por qué. En ese momento el desprecio de su mirada se convierte en miedo y se aleja todo lo que puede de mí. Pero vaya, hubo un día que tuve una conversación a tres :) ¡No todo iba a ser negativo!
Y ahora tengo mucho sueño. Anoche dormí con Panini, hoy he estado 10 horas traduciendo y este post se ha hecho muuuuy largo, así que buenas noches... mañana me dan las llaves del piso, y quiero disfrutarlo al máximo. ¡OLÉ!

10.12.05

friday night out

Anoche vi a una amiga de vlc que hacía tiempo que no veía y lo pasamos muy bien. Z. se equivocó de zapatos (hay algunos tipos de noche que no son compatibles con algunos tipos de zapato, pero bueno, cambiando los términos "noche y "zapato" se pueden obtener tantos resultados... esto siempre pasa), pero nos reímos mucho. Nos perdimos dentro de la sala a la que fuimos. Y no es que cada uno se fuera por su lado y luego no nos viéramos, no, no, nos perdimos los cuatro juntos por allí dentro. Esto se merece un "en fin" con luces de neón incluidas.
Bueno, todo eso me ha servido de excusa para contar lo que de verdad quería contar. Y si no me lo hubiera pasado tan bien diría incluso que toda la noche tuvo lugar para que luego me ocurriera lo que me pasó. Fue todo tan simbólico que estuve a punto de convertirme en símbolo yo tambien (pero luego lo pensé mejor, y bueno, de persona no estoy mal, pa qué cambiar).
De vuelta a casa (6am) Z. y yo entramos al metro juntos pero ella se iba en un sentido y yo me iba en el opuesto. Sólo tenía que hacer un transbordo para llegar a mi línea. Era esa hora en la que las miradas en el metro se agudizan como nunca, en la que miras a tu alrededor esperando que haya alguien más borracho que tú (que se tambalee más que tú) y en la que los que ya van a currar lanzan puñales con sus pupilas a los que vuelven de fiesta. Si ya de normal voy un poco empanado, anoche más. Así que iba pensando en todo esto cuando, de repente, me veo bajando del tren e intentando hacer un transbordo que no existía (!). Miré hacia un lado, miré hacia otro, y todos los carteles de la línea azul llevaban a la calle. Así que salí a la superficie con desconfianza de espeleólogo y cuál fue mi sorpresa al descubrir que el transbordo se hacía por la calle: en un lado de la acera, dos bandas azules señalaban una especie de carril peatonal que me llevaría 3 bloques después a otra boca de metro, de la cual a su vez salía otro carril, esta vez rojo, indicando el sentido contrario del transbordo. Y mientras andaba por mi carril azul y miraba a los edificios y al cielo pensando en que todos los transbordos deberían ser así, me di cuenta de lo insignificantes que somos, de lo curioso que es el camino de cada cual, y de mil cosas más que si contara conformarían la parte interesante de este post, pero que me voy a guardar para mí. ¡No voy a contarlo todo!

8.12.05

mercadeo, mercadeo

Cómo me apetecía escribir hoy (ayer por la noche). Es una pena que I. se haya ido a dormir tan pronto, pero vaya, lo colgaré mañana (hoy –qué curioso es el tiempo−). Aun así no he perdido la esperanza de que, por algún azar informático que no aspiro a entender, mi ordenador consiga conectar con el WiFi de la tienda Vodafone que hay en los bajos de este nuestro edificio. Porque ya puedo decir que es mi edificio: el piso que vamos a alquilar está 5 plantas más arriba que la casa de I. (y ya es coña, pensaréis… PUES SÍ).
Tengo ya ganas de mudarme y estar tranquilo, aunque desde luego ahora todo es mucho más relajado que hace una semana. He empezado a jugar a ser traductor audiovisual profesional, y no se me da nada mal, a pesar de estar con el guión de una peli de Bruce Willis (saquemos todos unos cuernos conjuntos). En el estudio todos me miran con ganas de que me muera lo antes posible y a poder ser de algo rápido (no vaya a ser que me contraten, lo cual, por otra parte, es completamente utópico). Al fin y al cabo, soy competencia, y no una competencia normal, sino una que, además de traducir guiones, sabe ajustar y pautar, lo cual es peor aún. Menos mal que, por lo menos, no han pasado a la acción física y aún no recibo capones por los pasillos ni le ponen corrientes de 5000W a mis auriculares. En fin.
También tengo ganas de hablar de Suomi. La tengo un poco olvidada (cibernéticamente hablando, of course; ella ya está incrustada en las gónadas de mi alma, que decía el Chaouen). Este fin de semana fui a casa de mis padres, que es donde la pobre tiene que estar hasta que yo por fin pueda entrar al piso. Dicen que los gatos son muy rencorosos cuando se sienten abandonados y que al volverte a ver después de un tiempo hacen como que han visto pasar al vecino del quinto. Pues Suomi no (y ahora mismo tengo un diámetro de 76 metros, el orgullo me infla), en cuanto entré por la puerta, vino a mis pies, me olfateó, miró hacia arriba con los ojos muyyy abiertos y, al cogerla, estuvo 5 minutos seguidos dándome besillus en la nariz. Y yo con las lágrimas a punto de saltar por la borda. He pasado unos días estupendos con ella… Bueno, y con mis amigos, y con mi hermana, y con mi abuela. A pesar del estado de mis manos y brazos (que tienen dibujada la red nacional de carreteras a modo de arañazos), ha sido genial tenerla conmigo. Estoy deseando poder traérmela a bcn. ¡Ay, amapola, yo de tahúr en otro mundo y tú tan sola!

pd: por cierto, ¿qué clave creéis que tendrá la conexión inalámbrica de una tienda Vodafone?

(sonando carlos chaouen, era un poco evidente!)

1.12.05

no tengo mucho tiempo pero...

Tenemos pisooooooooooo!!!! Y esto se merece un futbolín en el barrio gótico!
Se aceptan visitas, claro está, previo envío de un mueble (www.ikea.es). Me voy pitando, o I. me tirará uno de sus gatos a la cara.

pd: con las ganas que tenía de cantar el aserejé!